
Según investigadores del Heart Institute del Intermountain Medical Center en Utah (EE.UU.), el ayuno no solo reduce el riesgo de enfermedades cardíacas y diabetes, sino que también mejora significativamente los niveles de colesterol. El estudio fue presentado en el congreso anual del American College of Cardiology en Nueva Orleans.
En 2007, una investigación sobre los mormones —cuya tradición incluye ayunar 24 horas el primer domingo de cada mes— reveló un 39 % menos de riesgo de enfermedades coronarias. Estudios posteriores con más de 200 participantes confirmaron estos beneficios. Durante el protocolo, los voluntarios ayunaron 24 horas con solo agua, seguidas de 24 horas de dieta normal. Se monitorearon parámetros clínicos, análisis de sangre e indicadores cardiometabólicos.
Los resultados mostraron un aumento del 14 % en el colesterol LDL (“malo”) y del 6 % en el HDL (“bueno”), con un incremento total del colesterol circulante. “Durante el ayuno, el cuerpo libera más colesterol para usar la grasa como fuente de energía en lugar de glucosa”, explica Benjamin Horne, coautor del estudio. Este mecanismo reduce el número de adipocitos (células grasas), con efectos positivos sobre la hipercolesterolemia, la resistencia a la insulina y el riesgo de diabetes.
El estudio, realizado con más de 4.500 individuos (el 90 % mormones), también consideró la abstinencia de tabaco, alcohol y cafeína. Sin embargo, los beneficios del ayuno se observaron también en participantes de otras religiones. Investigaciones posteriores en la población general confirmaron estos resultados.
Aunque los efectos positivos del ayuno están ampliamente reconocidos, los expertos recomiendan practicarlo de forma consciente y periódica, preferiblemente en contacto con la naturaleza, acompañado de actividad física regular, alimentación sobria, reducción del alcohol y abstinencia total del tabaco.